Tiene el reconocimiento de ser la comida más importante del día, lo dice el refranero -desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo- y lo confirma la ciencia -no desayunar puede acarrear problemas de salud, como un mayor riesgo de muerte cardiovascular y obesidad y diabetes.
A pesar de las evidencias y los consejos de médicos y nutricionistas, hay quien todavía se resiste a desayunar. Muchísimas personas no desayunan, y otro gran porciento no toma un desayuno completo y equilibrado, que incluya lácteos, cereales y frutas, que a su vez deben combinarse con alimentos como son el tomate, los huevos, los frutos secos o el aceite de oliva.
El consumo de fibra es otro talón de Aquiles de nuestros desayunos: el 90% de los adultos no cumplimos las recomendaciones diarias de ingesta, que son de 25 a 30 gramos. Las principales fuentes de fibra alimentaria son los cereales, legumbres, verduras y frutas, y por tanto son la mejor opción para cubrir una ingesta adecuada y ayudar al bienestar digestivo.
Los imprescindibles
Debemos insistir en la necesidad de desayunar y que esta primera comida del día sea equilibrada, con un buen aporte de fibra, vitaminas y proteínas. Los cereales no pueden faltar, puesto que se encuentran en la base de nuestra alimentación y tienen un alto valor nutricional, además de ser fácilmente accesibles y versátiles. Precisamente, esa versatilidad permite combinarlos perfectamente con alimentos como el yogur o las frutas, que también forman parte del desayuno perfecto.
Alimentos obligatorios:
- Yogur y queso: proporcionan un elevado contenido de nutrientes en relación con su valor calórico. Aaportan proteínas de alto valor biológico, grasa, hidratos de carbono, vitaminas liposolubles, fósforo y calcio.
- Cereales (avena, granola, etc.): tienen hidratos de carbono complejos, proteína, vitaminas del grupo B y minerales. Los cereales de grano entero, además, son ricos en fibra insoluble.
- Frutas (fruta fresca y zumos naturales sin azúcar): esenciales para conseguir una dieta variada, equilibrada y nutritiva. En general, las frutas nos dan principalmente hidratos de carbono, fibra, vitaminas hidrosolubles (especialmente A y C) y minerales (entre los que destacan el potasio y el fósforo).
Alimentos complementarios:
Tienen que ser diferentes a los anteriores, y no es necesario que sea una ración completa del alimento: aceite de oliva virgen extra, tomate, frutos secos, huevos, jamón de pavo o pollo, mantequilla, café, miel, legumbres, etc.
Con estos alimentos puedes crear decenas de recetas deliciosas, saludables y muy nutritivas. Y recuerda: ¡desayunar es de ganadores!